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Haciendo visible lo invisible: los dolores de importar que pocos cuentan
¿Importar es para todos?
Importar parece simple: buscas, cotizas, pagas… y esperas recibir. Pero lo que casi nadie ve son los costos ocultos y los riesgos que están presentes detrás de cada envío.
En este blog queremos hacerlo evidente: esos “dolores silenciosos” que son parte del proceso de traer productos del exterior. No se trata de desincentivar la importación, sino de entenderla completamente, para tomar decisiones más informadas.
Y es que, en Colombia, estos gastos no son menores. Según un estudio de Xemdal, los errores logísticos y administrativos pueden elevar los costos hasta un 25 % . Además, cada día que una carga pasa en el puerto te puede costar entre USD 30 y USD 100.
Muchas veces, valoramos lo local con más razón cuando entendemos todo lo que implica importar.
Logistica internacional: el origen de los retos
El primer reto de importar surge mucho antes de que el producto toque tu bodega. Comienza, literalmente, al otro lado del mundo. Conseguir cupo en una naviera confiable, negociar tarifas, definir rutas y fechas, asegurar que la carga salga a tiempo y con la documentación en regla… parece una lista técnica, pero cada paso es un punto determinante
Desde ese momento, ya estás expuesto a lo inesperado: todo depende de un operador externo, en otro idioma, en otra zona horaria, con reglas propias y prioridades distintas a las tuyas
Impuestos y anticipos: cuando el flujo de caja se pone a prueba
El desafío apenas comienza. Cuando la carga llega a tu país, no puede ser liberada hasta que se pague el IVA anticipado (19%) sobre el valor total de la mercancía —que, dependiendo del tipo de producto, puede superar fácilmente los 30 millones de pesos colombianos—, además de aranceles, impuestos especiales y los honorarios del agente de aduanas.
Esto significa que, muchas veces, tienes que desembolsar millones de pesos antes de generar un solo peso de ingreso. Es un flujo de caja exigente, que no todas las empresas pueden sostener. Un dinero que muchas veces debe desembolsarse sin que aún se haya vendido una sola unidad del producto importado.
Agenciamiento aduanero: la brújula durante todo el proceso
Un agente de aduanas es clave en todo el proceso. Su trabajo impacta directamente en el tiempo de nacionalización de la carga, la correcta clasificación del producto (y el pago justo de impuestos),la legalización rápida y sin sanciones.
Una mala gestión puede significar días —o semanas— de retraso, investigaciones de aduana, multas o incluso decomisos.
Ya en el puerto, los retos no terminan
Tres d ellos obstáculos más comunes que se puedes presentarse: Cogestión e itinerarios cambiantes: el simple hecho de que tu contenedor esté en fila para inspección, desconsolidado o entrega puede significar retrasos de días. El Desconsolidado: este proceso sucede cuando un contenedor llega y se necesita separar la carga para entregarla a la naviera. Aquí ya aparece un primer costo que muchos no consideran: el almacenamiento. Si no se tiene dónde dejar temporalmente la mercancía, se debe pagar bodegaje.
A esto se suma que, si la carga no puede ser retirada dentro del tiempo previsto, pueden generarse costos de almacenamiento que, en algunos casos, alcanzan entre uno y dos millones de pesos diarios. Además, el proceso de nacionalización, que idealmente toma entre 3 y 4 días, puede extenderse en ciertos casos hasta 8 días o más, dependiendo de las condiciones operativas y documentales.
De nuevo, todo esto representa tiempo improductivo que se traduce en horas de operación pérdidas, y dinero que simplemente sigue corriendo.
Transporte interno: la última milla puede ser la más difícil
Aunque tu carga ya esté nacionalizada, aún falta llevarla hasta tu bodega. En teoría, contratar un camión para llevar tu mercancía hasta tu bodega parece fácil. Pero, ¿sabías que no cualquier camión puede llegar a todos los destinos? Muchas veces, las bodegas de los clientes no cuentan con la infraestructura adecuada para recibir vehículos de gran tamaño como tractomulas. Las calles estrechas, los techos bajos o las restricciones de horarios en zonas residenciales que hacen que haya que buscar alternativas más costosas y complejas para hacer esa última entrega.
Riesgos en carretera: bloqueos, robos y accidentes
Y aunque suene extremo, también hay que decirlo: Una vez tu carga va en carretera, sigue expuesta a: Protestas, bloqueos o paros, robos de carga en rutas peligrosas, Accidentes y pérdidas totales si no tienes un buen seguro. Un contenedor puede llevar 25 a 27 toneladas de producto. ¿Te arriesgarías a mover eso sin una red de respaldo?
¿Entonces importar no vale la pena?
No se trata de cerrar las puertas a lo internacional, sino de tener una visión más completa de lo que implica importar: tiempos inciertos, menor capacidad de respuesta ante imprevistos y riesgos que, muchas veces, se gestionan desde lejos. Tomar decisiones informadas implica considerar no solo el precio, sino todo lo que hay detrás. A veces, invertir un poco más en lo local significa ganar en tranquilidad, agilidad y control. Y eso, al final, también es rentabilidad